Bacteria

 
Bacteria
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Diversos tipos de bacterias.
Taxonomía
Dominio: Bacteria
Ehrenberg 1828 sensu Woese, Kandler & Wheelis 1990[2]
Filos[5]

Actinomycetota, Chloroflexota, Bacillota

Abditibacteriota, Acidobacteriota, Aquificota, Armatimonadota, Atribacteriota, Bacteroidota, Caldisericota, Chlamydiota, Cyanobacteriota, Chrysiogenota, Coprothermobacterota, Deferribacterota, Deinococcota, Dictyoglomota, Elusimicrobiota, Fibrobacterota, Fusobacteriota, Gemmatimonadota, Patescibacteria, Planctomycetota, Pseudomonadota, Nitrospirota, Nitrospinota, Rhodothermota, Spirochaetota, Synergistota, Thermodesulfobacteriota, Thermotogota, Verrucomicrobiota

Bipolaricaulota, Aerophobota, Calescibacterota, Calditrichota, Cloacimonadota, Dormibacteraeota, Eremiobacteraeota, Fermentibacterota, Hydrogenedentota, Latescibacteriota, Marinisomatota, Margulisbacteria, Omnitrophota, Poribacteria, Hydrothermota, Zixibacteria, Dependentiae, Moduliflexota, Methylomirabilota, Tectomicrobia, Delphibacteria, Auribacterota, Firestonebacteria, Coatesbacteria, Delongbacteria, Edwardsbacteria, Desantisbacteria, Sumerlaeota, Riflebacteria, Goldbacteria, Eisenbacteria, Ratteibacteria, Lindowbacteria, Muirbacteria, Wallbacteria, Krumholzibacteriota, Binatota, Mcinerneyibacteriota, Schekmanbacteria

Las bacterias son microorganismos procariotas que presentan un tamaño de unos pocos micrómetros (por lo general entre 0,5 y 5 μm de longitud)[6]​ y diversas formas, incluyendo esferas (cocos), barras (bacilos), filamentos curvados (vibrios) y helicoidales (espirilos y espiroquetas).[7]​ Las bacterias son células procariotas, por lo que, a diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no tienen el núcleo definido ni presentan, en general, orgánulos membranosos internos. Generalmente poseen una pared celular y esta se compone de peptidoglicano (también llamado mureína). Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de locomoción para desplazarse. Del estudio de las bacterias se encarga la bacteriología, una rama de la microbiología.

Aunque el término bacteria incluía tradicionalmente a todos los procariotas, actualmente la taxonomía y la nomenclatura científica los divide en dos grupos. Estos dominios evolutivos se denominan Bacteria y Archaea (arqueas).[2]​ La división se justifica en las grandes diferencias que presentan ambos grupos a nivel bioquímico y genético. La presencia frecuente de pared de peptidoglicano junto con su composición en lípidos de membrana son la principal diferencia que presentan frente a las arqueas.

Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se encuentran en todos los hábitats terrestres y acuáticos; crecen incluso en los más extremos como en los manantiales de aguas calientes y ácidas, en desechos radioactivos,[8]​ en las profundidades tanto del mar como de la corteza terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en las condiciones extremas del espacio exterior. Se estima que se pueden encontrar en torno a 40 millones de células bacterianas en un gramo de tierra y un millón de células bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se calcula que hay aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo.[9]

Las bacterias son imprescindibles para el reciclaje de los elementos, pues muchos pasos importantes de los ciclos biogeoquímicos dependen de estas. Como ejemplo cabe citar la fijación del nitrógeno atmosférico. Sin embargo, solamente la mitad de los filos conocidos de bacterias tienen especies que se pueden cultivar en el laboratorio,[10]​ por lo que una gran parte (se supone que cerca del 90 %) de las especies de bacterias existentes todavía no ha sido descrita.

En el cuerpo humano hay aproximadamente diez veces más células bacterianas que células humanas, con una gran cantidad de bacterias en la piel y en el tracto digestivo.[11]​ Aunque el efecto protector del sistema inmunológico hace que la gran mayoría de estas bacterias sea inofensiva o beneficiosa, algunas bacterias patógenas pueden causar enfermedades infecciosas, incluyendo cólera, difteria, escarlatina, lepra, sífilis, tifus, etc. Las enfermedades bacterianas mortales más comunes son las infecciones respiratorias, con una mortalidad solo para la tuberculosis de cerca de un millón y medio de personas en 2018.[12]​ En todo el mundo se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas. Los antibióticos son efectivos contra las bacterias, ya que inhiben la formación de la pared celular o detienen otros procesos de su ciclo de vida. También se usan extensamente en la agricultura y la ganadería en ausencia de enfermedad, lo que ocasiona que se esté generalizando la resistencia de las bacterias a los antibióticos.

En la industria, las bacterias son importantes en procesos tales como el tratamiento de aguas residuales, en la producción de mantequilla, queso, vinagre, yogur, etc., y en la fabricación de medicamentos y de otros productos químicos.[13]

  1. Dodd, Matthew S.; Papineau, Dominic; Grenne, Tor; Slack, John F.; Rittner, Martin; Pirajno, Franco; O’Neil, Jonathan; Little, Crispin T. S. (2 de marzo de 2017). «Evidence for early life in Earth’s oldest hydrothermal vent precipitates». Nature (en inglés) 543 (7643): 60-64. ISSN 0028-0836. doi:10.1038/nature21377. Consultado el 13 de junio de 2017. 
  2. a b Woese, C., Kandler, O., Wheelis, M. (1990). «Towards a natural system of organisms: proposal for the domains Archaea, Bacteria, and Eucarya». Proc Natl Acad Sci U S A 87 (12): 4576-9. PMID 2112744. Archivado desde el original el 27 de junio de 2008. Consultado el 6 de abril de 2007. 
  3. Christian Rinke et al 2013. «Insights into the phylogeny and coding potential of microbial dark matter.» Nature, Vol 499, pp. 431-437. 25 de julio de 2013 doi:10.1038/nature12352
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  5. Classification of domains and phyla - Hierarchical classification of prokaryotes (bacteria) LPSN, revisado en octubre de 2015.
  6. Totis, Niccolò; Nieto, César; Küper, Armin; Vargas-García, César; Singh, Abhyudai; Waldherr, Steffen (2021-04). «A Population-Based Approach to Study the Effects of Growth and Division Rates on the Dynamics of Cell Size Statistics». IEEE Control Systems Letters 5 (2): 725-730. ISSN 2475-1456. doi:10.1109/LCSYS.2020.3005069. Consultado el 28 de julio de 2022. 
  7. Murray, Patrick R. (2009). Microbiología Médica + Student Consult, 6a ed.. Elsevier España. ISBN 978-84-8086-465-7. Consultado el 26 de noviembre de 2019. 
  8. Fredrickson J, Zachara J, Balkwill D, et al (2004). «Geomicrobiology of high-level nuclear waste-contaminated vadose sediments at the hanford site, Washington state». Appl Environ Microbiol 70 (7): 4230-41. PMID 15240306. Archivado desde el original el 29 de septiembre de 2008. Consultado el 6 de abril de 2007. 
  9. Whitman, W., Coleman, D., Wiebe, W. (1998). «Prokaryotes: the unseen majority». Proc Natl Acad Sci U S A 95 (12): 6578-83. PMID 9618454. Archivado desde el original el 5 de marzo de 2008. Consultado el 6 de abril de 2007. 
  10. Rappé. M., Giovannoni, S. «The uncultured microbial majority». Annu Rev Microbiol 57: 369-94. PMID 14527284. 
  11. Sears C (2005). «A dynamic partnership: Celebrating our gut flora». Anaerobe 11 (5): 247-51. PMID 16701579. 
  12. «Tuberculosis: Key Facts». Organización Mundial de la Salud (en inglés). Consultado el 7 de junio de 2020. 
  13. Ishige, T, Honda, K., Shimizu, S. (2005). «Whole organism biocatalysis». Curr Opin Chem Biol 9 (2): 174-80. PMID 15811802. 

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