Según las religiones abrahámicas, Eva (en hebreo:חוה Ḥava, en árabe: حَوَّاء Ḥawwā, en griego:Εὕα Eúa, en latín: Eva) es la primera mujer (y el segundo ser humano) que Dios creó sobre la Tierra con el objetivo de formar la primera pareja humana junto a Adán, el primer hombre.[1]
Según el segundo capítulo del Génesis, Eva fue creada por Dios (Yahveh) tomándola de la costilla de Adán para ser su compañera.[2] Adán está encargado de cuidar el jardín antes de su creación; ella no está presente cuando Dios le ordena a Adán no comer la fruta prohibida, aunque está claro que ella estaba al tanto de la orden.[3] Ella decide comer el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y del mal después de escuchar el argumento de una serpiente parlante de que no la mataría sino que le traería beneficios. Ella comparte el fruto con Adán y son expulsados del Jardín del Edén.
Las iglesias cristianas difieren en cómo ven la desobediencia de Adán y Eva a Dios (a menudo llamada la caída del hombre), y las consecuencias que esas acciones tuvieron en el resto de la humanidad. Las enseñanzas cristianas y judías a veces mantienen a Adán (el primer hombre) y Eva en un nivel diferente de responsabilidad por la "caída".[4].
La Iglesia católica por antigua tradición reconoce a Eva como santa, junto a Adán, y el 24 de diciembre se ha celebrado la tradicional fiesta litúrgica de Santos Adán y Eva.[5][6] desde la Edad Media en muchas naciones europeas, incluyendo Estonia, Alemania, Hungría, Lituania, y Escandinavia.